A MILÍMETROS DEL MUNDO EN TU VIDA...
Somos un Blog dispuestos a mirar la vida con los ojos de Cristo. ¡Difícil!, ¿cierto?. Pero, ¿acaso imposible?.

Y AHORA QUÉ...


No es menor que el discurso del Presidente de la Repúlica, haya coincidido con la celebración de Pentecostés.

Cincuenta días se cumplen de la Pascua de Jesús. Tiempo suficiente como para replantearnos qué queremos construir como nación de ahora en adelante.

De cara al bicentenario, es necesario preguntarnos: ¿quienes hemos sido? ¿qué somos ahora? y ¿qué nos gustaría ser hacia adelante? Esta pregunta no es menor, pues propone una capacidad crítica de reconocer todo lo bueno que en nuestra historia hemos construíudo, pero tambien, y con humildad, saber reconocer aquello que hemos dejado de hacer.

Sobre esto, podriamos escribir montones de líneas, pues es bastante lo que hemos dejado para mañana y hoy nos pasa la cuenta. Sin embargo, haremos alusión a uno: La Reivindicación de nuestros pueblos originarios, sobre sus derechos que históricamente han sido dejado de lado, e incluso pisoteados.
Si realmente queremos vivir un Bicentenario con TODOS los chilenos, entonces partamos por reconocer que muchos de los nuestros, hace bastante tiempo que desean no serlo, y esto no porque ellos no se sientan integrados, sino porque nosotros no hemos sido capaces de integrarlos. Sus derechos a las tierras, sus problemas de pobreza, y tantos puntos más que configuran una lucha llena de dolor, puede quedar atrás si como nación debatimos en serio, sobre ellos y su legitimidad en cuanto a seres humanos de derecho.

Siendo así, los dones del espíritu que de Dios hemos recibido, entonces serán verdaderos frutos de vida... tal como lo hubiese querido el mismo Jesús cuando pisó estos lugares...
"A MILIMETROS DEL MUNDO"

AMOR QUE SE DA...


El amor, en una sociedad de consumo, puede con facilidad ser confundido con cualquier otro elemento que en nada se asemeja a lo que este, en profundidad, implica. Incluso es más, nuestra ceguera puede llegar a tal punto, que perdamos la oportunidad de vivir la vida con la pasión que el mismo Cristo la vivió.

Quizá ya se ha dicho en innumerables ocasiones, sin embargo, no está demás decirlo. Lo "Light" es algo transversal en nuestra vida. Y es tanto lo que este concepto a remado en nosotros, que ya no sólo consumimos estos productos, sino que además, los hacemos parte de nuestras relaciones humanas. Ya no nos comprometemos con una causa, y todo lo que ella implica, sino todo lo contrario, vivimos lo bello, y desechamos lo malo.

Pero, ¿Existe peligro en esto?

El peligro no esta en sí mismo, sino en el producto de esto. Cuando no me comprometo con algo de manera completa, incluyendo no sólo lo bueno, sino tambien aquello que puede no ser entretenido, entonces dejamos de vivir lo humano en su totalidad. Es ahí, cuando no nos atrevemos a decir sí a grandes obras en nuestra vida, y dejamos a medias, algo que pudo ser luz para quien no pudo andar.

Lo más terrible de esto, es que cuando el dolor -entendiéndolo como algo adjunto a nuestra naturaleza-, toca nuestra puerta, entonces es ahí cuando comprendemos que la vida no es algo "light", o algo del momento, sino todo lo contrario, es para apasionarse sabiendo que ella siempre debe ser una nueva oportunidad para aquellos que no la tienen.

Las nuevas tendencias espirituales, nos enseñan mucho sobre separar las pasiones del hombre, entrando con esto a una suerte de racionalidad plena, la cual nos ayudaría a discernir mejor nuestro camino. Esto puede ser bello espiritualmente, pero no es para nada cristiano. El mismo Jesús era un hombre sumamente apasionado, un loco capaz de dar la vida por sus ovejas. Por ende, reducir todo el amor de Cristo, a una suerte de racionalidad, nos puede nublar la vista sobre lo verdaderamente valioso. ¡Cuidado! que no nos nublen la mirada, hacia el legado de Cristo.

El evangelio de esta semana nos invita a esto... ¿Y en qué parte dice esto? En ninguna, pero si ahondamos en lo más mínimo sobre el discurso de Jesús, y su alto contenido de amor, entonces nos daremos cuenta que este es vida, y no hay vida plena, si no hay compromisos a ciegas.


A MILÍMETROS DEL MUNDO
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ESTA QUINCENA CON FERNANDO LEIVA.
(haz click en el siguiente enlace)
http://www.youtube.com/watch?v=AEVQ-z1HxD8

No te salves...


No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma

no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios

no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana

y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.


Mario Benedetti - Poeta Uruguayo



El amor de plástico VS el amor real...


Creo que todos recordamos el éxito que tuvieron hace un tiempo las mascotas virtuales. En lo personal, recuerdo haber escuchado en más de una ocasión, que un niño lloró producto del “sensible fallecimiento” de una de ellas, lo cual fue solucionado fácilmente presionando el botón de “Reset” o “reiniciar”, ubicado en la parte posterior del animal digital.


Creo que también en más de alguna ocasión, hemos escuchado a alguien decir lo enamorado que estaba de un “otro” a través de un chat, y quizá nuestra reacción instantánea fue habernos tomado la cabeza diciendo, ¡pero cómo es posible aquello!, o tal vez, muy por el contrario, hemos sido nosotros mismos los que nos hemos enamorado por la red.


Pero miremos el evangelio de hoy. Quizá una mascota virtual en nada nos escandaliza –y creo que no es para que lo haga por lo demás-, y quizá una relación amorosa en un plano netamente digital tampoco lo haga, pero en lo que sí nos debe interpelar este evangelio, es que un amor de plástico, nunca es un amor real.


Tal como señala Eugenio Tironi, los efectos de los procesos de modernización sobre nuestra sociedad, basados en el plano de los valores, de la cultura y, en particular, en términos de la erosión de los vínculos comunitarios, se están recién comenzando a sentir –y a resistir-. Dicho esto, Tironi agrega que “lo que resta de esta década, será la etapa de la revitalización comunitaria”.


Lo anterior, no debemos entenderlo como un discurso idealista, sino como el producto de la desfragmentación que vivimos como sujetos sociales. Y es que en una cultura, en la cual la sensación de miedo nos obliga a encerrarnos en nuestras casas, haciendo de ellas prácticamente unas cárceles, el espacio para generar un sentido comunitario será un deseo innato del hombre, puesto que en nuestra naturaleza, el “ser social” no es una moda, sino una necesidad. Es decir, no vinimos ni estamos solos en este mundo.


Dado esto, la pregunta clave es ¿cómo yo puedo amar más al que está a mi lado? Y la respuesta es bien sencilla, y nos la dice el padre Hurtado: “el sentido de la vida es darse”. Siendo así, entonces nuestro amor no sufrirá los límites propios de nuestros tiempos, abriéndose no sólo amar al que está a mi lado en cuanto a “sujeto” se refiere, sino también amar sus miserias, sus penas, así como sus alegrías y sus sueños. Un amor así, nos involucrará con la esencia del amor de Jesús, y hará que los demás, nos reconozcan como verdaderos discípulos de él.


En suma, la invitación no es a romper las mascotas virtuales, ni cerrar las cuentas de chat que podamos tener, sino todo lo contrario. Hacer que nuestro amor no se limite a eso, sino que trascienda hasta ser real entre los que me rodean.


De esta forma, nos daremos cuenta que toda la vida estuvimos hechos de carne, y nunca de plástico.



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ESTA SEMANA: CON EL SACERDOTE JESUÍTA, PABLO WALKER SJ.