A MILÍMETROS DEL MUNDO EN TU VIDA...
Somos un Blog dispuestos a mirar la vida con los ojos de Cristo. ¡Difícil!, ¿cierto?. Pero, ¿acaso imposible?.

Saber vivir en libertad, ¿Tan fácil?


Mucho se habla sobre la libertad para elegir. Algunos teóricos de las ciencias sociales, señalan que la pobreza, es la disminución de libertades individuales en la vida cotidiana. Incluso los adolescentes en más de alguna ocasión habrán animado alguna discusión con sus padres en base a la libertar para hacer lo que ellos estimen necesario. Para bien o para mal, hablamos constantemente de libertad en su amplio, mediano, o corto sentido, sin embargo, nadie habla de cómo administrar nuestra libertad.

En una sociedad de mercado, y ante la libertad de consumo de cada uno de los individuos, esta pregunta es menos relevante aun, e incluso en algunos casos hasta peligrosa desde el punto de vista de quien vende, dado que ante una mínima detención, la disonancia cognitiva puede llevar a un sujeto a cambiar alguna opción o bien lisillanamente a desistir de adquirir algún objeto determinado.

Pero volviendo a la pregunta inicial, usted, que lee este Blog, ¿ha pensado en cómo administra su libertad? esto le puede sonar un tanto complejo, dado que tenemos que ponernos de acuerdo en qué es administrar. La RAE (Real Academia Española), en su definición número 3, nos da un pie de entrada : "Ordenar, disponer, organizar, en especial la hacienda o bienes"

La vida es un bien, pero más que ello es un don. Dentro de ella, debemos ser capaces de ORDENAR, todo y cada una de las cosas que nos mueven, es decir, las cosas internas de nuestro ser, y aprender a discriminar positivamente. Ante esto, es necesario aclarar y recalcar: si bien es necesario sentir, no hay que dejar que las emociones y solamente las emociones decidan sobre nosotros. Debemos administrar sabiamente nuestra posibilidad de elegir.

Lo anterior cobra sentido cuando vemos en televisión que una pareja determinada tan solo duró uno o dos años de matrimonio; Cuando escuchamos que algún conocido, estudio mil carreras, y no terminó ninguna.

Es necesario que nos la juguemos ante una moción, pero también es necesario saber leer esa moción. De lo contrario, podremos defender a muerte nuestra libertad, pero de qué sirve, si al tenerla, no somos capaces de ser verdaderamente libres.

Aprendamos a vivir el plenitud, como humanos libres que somos, y aprendamos a amar en nuestra libertad.

A MILÍMETROS DEL MUNDO BLOG.







Prisioneros de la desinformación. Otro indulto necesario.




EL tema de la semana sin duda alguna, fue el “Indulto” propuesto por los obispos de la iglesia, el cual fue presentado al Presidente de la República en la misma casa de gobierno.

A casi unos días para que se cumpla una semana de este hecho, poco y nada se puede escribir sobre esta propuesta, dado que ya a esta altura, todos los actores que de una u otra forma están total o parcialmente involucrados, ya han dado su declaración para bien o para mal.

Sin embargo, queda algo en la atmosfera que es necesario dar una observación sistemática, si del “alma de Chile” queremos preocuparnos, de cara al bicentenario de nuestra nación.

Muchos han señalado que el Estado ya se encuentra separado de la iglesia desde el gobierno de Alessandri. Otros, han sido un tanto más violentos, al señalar que la iglesia no puede hablar de estos temas dada las actuales investigaciones contra algunos sacerdotes. Sin embargo, y tras un breve ejercicio realizado a un grupo de personas con las cuales hemos debatido abiertamente sobre este tema, hemos constatado algo preocupante: el 90% de este grupo no había leído la propuesta de la iglesia. Sus opiniones estaban netamente ligadas por declaraciones de terceros, o por comentarios rápidos escuchados en algún momento.

A fin de juzgar a alguien, un juez debe conocer la mayor cantidad de antecedentes necesarios, los cuales estos en absoluto son excluidos, dependiendo de la religión o raza a la cual pertenecen tanto el juez como los sujetos.

Un pintor paisajista, permanece horas ante una fotografía, a fin de no dejar pasar algún detalle que haga fidedigna su obra con respecto a lo observado.

Y nosotros, ¿qué tan informados estamos al momento de emitir juicios tan severos con respecto a un tema, si no somos capaces de recurrir a la primera fuente del suceso?

Podremos estar o no de acuerdo con el contenido de esta propuesta. Y el posicionamiento personal que tomemos sobre este tema es tan respetable como aquel ente que ha decidido de manera libre, presentar la propuesta al gobierno. Sin embargo, nuestra crítica no está basada en el “qué” sino en el “cómo”. No buscamos decir algo nuevo sobre el contenido, sino el cómo elaboramos nuestra opinión del contenido.

No es lo mismo el que te cuenten cómo son las calles de París, que caminar uno mismo por sobre ellas, decía el filósofo. No es lo mismo leer un resumen de “cien años de soledad” que dejarse llevar por el relato mágico, propio de las novelas de García Márquez.

Con opiniones de segunda fuente, no obtenemos más que un discurso débil en relación a lo real del documento eclesial. Con discursos repetidos, muchas veces nosotros mismos caemos en la trampa, y reproducimos algo irreal. Y precisamente de este tipo de cosas, nuestra sociedad globalizada, está rodeada hace décadas.

No le demos más cabida a hechos vacios, que no encuentran fondo al no tener peso, como lo es una crítica. Que no nos manejen como títeres con respecto a lo que debemos pensar y qué no. Seamos constructores de una sociedad más justa y democrática, ejerciendo nuestro derecho de informarnos de manera libre, haciendo de este acto, algo sincero y riguroso.

El “alma de Chile” nos agradecerá al ver que sus hijos, son capaces de debatir con alturas de mira en pleno siglo XXI, hablando siempre con la verdad por delante.


A MILÍMETROS DEL MUNDO

Y AHORA QUÉ...


No es menor que el discurso del Presidente de la Repúlica, haya coincidido con la celebración de Pentecostés.

Cincuenta días se cumplen de la Pascua de Jesús. Tiempo suficiente como para replantearnos qué queremos construir como nación de ahora en adelante.

De cara al bicentenario, es necesario preguntarnos: ¿quienes hemos sido? ¿qué somos ahora? y ¿qué nos gustaría ser hacia adelante? Esta pregunta no es menor, pues propone una capacidad crítica de reconocer todo lo bueno que en nuestra historia hemos construíudo, pero tambien, y con humildad, saber reconocer aquello que hemos dejado de hacer.

Sobre esto, podriamos escribir montones de líneas, pues es bastante lo que hemos dejado para mañana y hoy nos pasa la cuenta. Sin embargo, haremos alusión a uno: La Reivindicación de nuestros pueblos originarios, sobre sus derechos que históricamente han sido dejado de lado, e incluso pisoteados.
Si realmente queremos vivir un Bicentenario con TODOS los chilenos, entonces partamos por reconocer que muchos de los nuestros, hace bastante tiempo que desean no serlo, y esto no porque ellos no se sientan integrados, sino porque nosotros no hemos sido capaces de integrarlos. Sus derechos a las tierras, sus problemas de pobreza, y tantos puntos más que configuran una lucha llena de dolor, puede quedar atrás si como nación debatimos en serio, sobre ellos y su legitimidad en cuanto a seres humanos de derecho.

Siendo así, los dones del espíritu que de Dios hemos recibido, entonces serán verdaderos frutos de vida... tal como lo hubiese querido el mismo Jesús cuando pisó estos lugares...
"A MILIMETROS DEL MUNDO"

AMOR QUE SE DA...


El amor, en una sociedad de consumo, puede con facilidad ser confundido con cualquier otro elemento que en nada se asemeja a lo que este, en profundidad, implica. Incluso es más, nuestra ceguera puede llegar a tal punto, que perdamos la oportunidad de vivir la vida con la pasión que el mismo Cristo la vivió.

Quizá ya se ha dicho en innumerables ocasiones, sin embargo, no está demás decirlo. Lo "Light" es algo transversal en nuestra vida. Y es tanto lo que este concepto a remado en nosotros, que ya no sólo consumimos estos productos, sino que además, los hacemos parte de nuestras relaciones humanas. Ya no nos comprometemos con una causa, y todo lo que ella implica, sino todo lo contrario, vivimos lo bello, y desechamos lo malo.

Pero, ¿Existe peligro en esto?

El peligro no esta en sí mismo, sino en el producto de esto. Cuando no me comprometo con algo de manera completa, incluyendo no sólo lo bueno, sino tambien aquello que puede no ser entretenido, entonces dejamos de vivir lo humano en su totalidad. Es ahí, cuando no nos atrevemos a decir sí a grandes obras en nuestra vida, y dejamos a medias, algo que pudo ser luz para quien no pudo andar.

Lo más terrible de esto, es que cuando el dolor -entendiéndolo como algo adjunto a nuestra naturaleza-, toca nuestra puerta, entonces es ahí cuando comprendemos que la vida no es algo "light", o algo del momento, sino todo lo contrario, es para apasionarse sabiendo que ella siempre debe ser una nueva oportunidad para aquellos que no la tienen.

Las nuevas tendencias espirituales, nos enseñan mucho sobre separar las pasiones del hombre, entrando con esto a una suerte de racionalidad plena, la cual nos ayudaría a discernir mejor nuestro camino. Esto puede ser bello espiritualmente, pero no es para nada cristiano. El mismo Jesús era un hombre sumamente apasionado, un loco capaz de dar la vida por sus ovejas. Por ende, reducir todo el amor de Cristo, a una suerte de racionalidad, nos puede nublar la vista sobre lo verdaderamente valioso. ¡Cuidado! que no nos nublen la mirada, hacia el legado de Cristo.

El evangelio de esta semana nos invita a esto... ¿Y en qué parte dice esto? En ninguna, pero si ahondamos en lo más mínimo sobre el discurso de Jesús, y su alto contenido de amor, entonces nos daremos cuenta que este es vida, y no hay vida plena, si no hay compromisos a ciegas.


A MILÍMETROS DEL MUNDO
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ESTA QUINCENA CON FERNANDO LEIVA.
(haz click en el siguiente enlace)
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No te salves...


No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma

no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios

no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana

y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.


Mario Benedetti - Poeta Uruguayo



El amor de plástico VS el amor real...


Creo que todos recordamos el éxito que tuvieron hace un tiempo las mascotas virtuales. En lo personal, recuerdo haber escuchado en más de una ocasión, que un niño lloró producto del “sensible fallecimiento” de una de ellas, lo cual fue solucionado fácilmente presionando el botón de “Reset” o “reiniciar”, ubicado en la parte posterior del animal digital.


Creo que también en más de alguna ocasión, hemos escuchado a alguien decir lo enamorado que estaba de un “otro” a través de un chat, y quizá nuestra reacción instantánea fue habernos tomado la cabeza diciendo, ¡pero cómo es posible aquello!, o tal vez, muy por el contrario, hemos sido nosotros mismos los que nos hemos enamorado por la red.


Pero miremos el evangelio de hoy. Quizá una mascota virtual en nada nos escandaliza –y creo que no es para que lo haga por lo demás-, y quizá una relación amorosa en un plano netamente digital tampoco lo haga, pero en lo que sí nos debe interpelar este evangelio, es que un amor de plástico, nunca es un amor real.


Tal como señala Eugenio Tironi, los efectos de los procesos de modernización sobre nuestra sociedad, basados en el plano de los valores, de la cultura y, en particular, en términos de la erosión de los vínculos comunitarios, se están recién comenzando a sentir –y a resistir-. Dicho esto, Tironi agrega que “lo que resta de esta década, será la etapa de la revitalización comunitaria”.


Lo anterior, no debemos entenderlo como un discurso idealista, sino como el producto de la desfragmentación que vivimos como sujetos sociales. Y es que en una cultura, en la cual la sensación de miedo nos obliga a encerrarnos en nuestras casas, haciendo de ellas prácticamente unas cárceles, el espacio para generar un sentido comunitario será un deseo innato del hombre, puesto que en nuestra naturaleza, el “ser social” no es una moda, sino una necesidad. Es decir, no vinimos ni estamos solos en este mundo.


Dado esto, la pregunta clave es ¿cómo yo puedo amar más al que está a mi lado? Y la respuesta es bien sencilla, y nos la dice el padre Hurtado: “el sentido de la vida es darse”. Siendo así, entonces nuestro amor no sufrirá los límites propios de nuestros tiempos, abriéndose no sólo amar al que está a mi lado en cuanto a “sujeto” se refiere, sino también amar sus miserias, sus penas, así como sus alegrías y sus sueños. Un amor así, nos involucrará con la esencia del amor de Jesús, y hará que los demás, nos reconozcan como verdaderos discípulos de él.


En suma, la invitación no es a romper las mascotas virtuales, ni cerrar las cuentas de chat que podamos tener, sino todo lo contrario. Hacer que nuestro amor no se limite a eso, sino que trascienda hasta ser real entre los que me rodean.


De esta forma, nos daremos cuenta que toda la vida estuvimos hechos de carne, y nunca de plástico.



“A MILÍMETROS DEL MUNDO”
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ESTA SEMANA: CON EL SACERDOTE JESUÍTA, PABLO WALKER SJ.

El "Ser Ovejas" de Jesús: Una construcción del día a día...


El evangelio que inspira esta semana, posee una ternura sumamente especial: Jesús nos reconoce ante el Padre como sus ovejas.

Este reconocimiento es de una suavidad tan grande, que nos coloca en un plano en el cual simplemente debemos dejarnos querer.

Sin embargo, la comparación que nos hace, es decir, el de ovejas de su rebaño, es un trabajo metafórico tan profundo, que en cierta forma está llena de implícitos que a simple vista no se logran reconocer, pero que en estas pocas líneas, trataremos en algo de aproximar.

La identidad es una construcción social de los sujetos, y según diversos sociólogos, está dada por tres elementos: el cómo yo me reconozco, el cómo me reconocen los demás, y por último el cómo creo yo que me reconocen los demás.

Tratando de reflejar esto, es el propio Jesús quien nos reconoce como ovejas, por ende, tenemos un elemento que nos da pie hacia la construcción de una identidad. Sin embargo, y en base a lo anterior ¿hasta qué punto “yo” me reconozco como oveja?, y al mismo ¿hasta qué punto yo genero una imagen que me dé una autoconstrucción de mí mismo como oveja ante los demás?

Quizá suene un poco enredado, y no es para menos. Pero lo que se genera como pregunta luego de esto, es ¿por qué esta idea de ser ovejas y no otro animal? Desde este punto podríamos hacer incluso hasta un libro, pero preferimos quedarnos en algo muy sencillo y pequeño, y que a la vez, nos desenreda el anterior crucigrama de la identidad: “La sencillez”.

En una sociedad altamente complejizada, la imagen de “ovejas” cobra más vida que nunca. Y es que pedirle esto a la cotidianidad de nuestras días, es algo sumamente difícil. Nuestras complicaciones son tan grandes, que en momentos nos sobrepasan hasta el punto de querer dejar todo de lado, señalando con cansancio que no damos más.

Sin embargo, estas complicaciones y agobios, en momentos nos crean en nuestra conciencia, una suerte de cultura del “mal vivir”. En cierta forma, el estar apresurados en cada momento, el estar llenos de problemas, y con grandes complicaciones, se nos ha transformado casi en una necesidad vital. Por ejemplo, aquel que estuvo por mucho tiempo endeudado, y por ende agobiado, al término de su problema económico, aun no salió de él cuando ingreso de inmediato a otro, y nuevamente el ciclo se reinicia, actualizando con ello todo el entorno que se esto genera.

Ahora bien, es inevitable la pregunta: ¿Es necesario tanto desgaste humano? En más de alguna ocasión podremos responder, sí. Pero es muy probable que digamos no, ante la pregunta ¿y es necesario este desgaste toda la vida?

En suma, el seguimiento a Cristo es también esto: una capacidad de construir la sencillez en nuestra vida, generando paso a paso, una nueva oportunidad para desprendernos de aquello que nos hace aun más limitados, y que nos impide llegar al creador. Dicho de otro modo, cada momento es una nueva oportunidad de aprender, con esa sencillez, a valorar lo verdadero de la vida, es decir, aprender cada día a construir esa identidad de sentirnos verdaderas “ovejas” de Él.

“A Milímetros del Mundo”
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ESTA SEMANA: CON MONS. GUILLERMO VERA, OBISPO DE CALAMA

"Y al amanecer, siempre estuvo en la orilla..."


Es común ver y escuchar a la gente, cuando apuntan con el dedo a Dios, y lo culpan por el mal del mundo, por la guerra, por la violencia, incluso por cosas tan nuestras como el actual terremoto y tsunami ocurrido en nuestro país (Chile). Pero tambien es común escuchar respuestas tan débiles y sin espíritu, como las que señalan que todo lo anterior es un castigo de Dios.

De pequeños, algunos se han criado con estas frases: "pórtate bien, sino Dios te va a castigar". Y es tanto el daño que hacen, que al final el "temor de Dios", no es más que lo explícito de su significado, un miedo enorme a mirarlo de frente.

Sin embargo, hay que decirlo con fuerza, tanto las frases de que Dios castiga, como aquellas respuestas sobre "el castigo de Dios sobre la tierra", no son más que una suerte de amenazas ante la verdadera naturaleza de Dios, y los regalos que nos hace hacia nosotros. ¿Como cuál? "La libertad humana", pero con una característica que la hace muy distintas a todas las concepciones que este valor tiene. Y es que al final de largo camino, Él nos estará esperando en la orilla, una vez terminada la noche, y comenzado el día.

Con los discípulos fue algo muy similar: "Al amanecer, Jesús estaba en la orilla, aunque los discípulos, no sabían que era él". Y es que dentro de esta libertad, llena de dolor, de miedos e inseguridades, las cuales debemos conocerlas porque son parte de la vida y del "ser" humanos, existe una mirada cariñosa que nos acoge una vez finalizada la noche de nuestras vidas.

Jesús no quizo el terremoto para Chile, ni menos la guerra, ni el mal del mundo, y quien así piense, entonces no ha conocido ni lo más mínimo del amor de Dios. ¿O acaso los que creen en esto, no han volteado sus cabezas para mirar qué pasó en la cruz? Sin embargo, ante todo dolor humano, quien más humano que Él, para comprender nuetro vacío cuando la noche se deja caer sobre nosotros... Eso sí, con la certeza de que al termino de esta oscuridad, Él estará como siempre esperándonos en la orilla.

"A milimetros del Mundo"

"Creer: Una clave de vida"


No es coincidencia que el primer comentario de este nuevo Blog que inauguramos, sea en relación al texto de Tomás.

Quién no creyó, sí lo hizo al momento de acariciar la vida real de Jesús resucitado. Nuestro mundo cotidiano es éste relato tal cual. Necesitamos tocar para creer, necesitamos sentir para vivir, y olvidamos que el sentir se vuela como cual hoja en otoño cae del árbol.

Debemos creer, pero antes, debemos aprender a creer, lo cual será el producto de una vida espiritual constante. No es fácil. Esto debe ser trabajado intensamente. Sin embargo, bien sabemos que una vez perdido el sentimiento, no nos queda otra alternativa. Sólo aprendiendo a creer, por sobre esa dependencia del sentir, y por sobre cualquier cosa, entonces aprenderemos a amar a cuerpo entero. Eso sí, cuidado con desechar el sentir. Este es clave en la vida, pero no lo fundamental. No hay que desprenderse de los sentimientos, sino a prender a ser fiel cuando ellos no están.

Con gran alegría inauguramos este blog. Un sitio que, utilizando las nuevas tecnologías de la información, pretende contribuir a la misión de evangelizar según los signos de los tiempos.

Para nosotros, no existe lo religioso si no se cruza con lo humano. Y es precisamente desde lo que somos, desde donde lograremos encontrar al Dios de la vida, al Dios de la historia...
Disponemos los medios, pero el encuentro es con Él.

“A milímetros del mundo”